Como hilo conductor, la música recorre el guión de su vida. A veces protagonizando. A veces interpretando un papel secundario, pequeño pero atrayente.
Lo que le impulsa, lo que le estimula es su gran amor por la música. Por las canciones y los sonidos de los años 50 y 60. Por el Great American Songbook. Por el jazz. Por la música latina.
Todo empezó con una canción de Elvis y con ella saliendo vencedora del primer concurso para jóvenes talentos musicales iniciado por la emisora Radio Luxemburgo RTL: una chica adolescente haciendo carrera en la industria musical de Alemania de los años 70 y 80. Grabando discos, yendo de gira, saliendo a escena, cantando en vivo, siendo entrevistada en la radio y la tele.
A través de los años cantaba con bandas y grupos de diferentes géneros musicales hasta que finalmente nació Sugar – titulada por la prensa de “embajadora musical de la década musical de los 50 y 60”. Con su grupo Candyband encantaba a un público intergeneracional. Tocando los grandes éxitos internacionales y melodías de siempre de la época posguerra.
El alma de cada artista también alberga una faceta muy personal. Una faceta que aspira a ser creativa en consonancia con la banda sonora de su vida. El espíritu retro aunado con modernas tendencias musicales – así se presenta Sugar hoy en día.
Como cantautora compone, arregla y crea su propia música. Le apoya su equipo Sugarvox. Las buenas vibraciones de tiempos pasados se unen con la energía y el pulso del aquí y del ahora.